La Dra. Sandra Cardona Soria es una destacada Odontopediatra, con una sólida formación académica y una amplia experiencia en el cuidado dental de niños y adolescentes.
Obtuvo un Grado en Odontología en la prestigiosa Facultad de Odontología de la Universidad de Barcelona y, con el objetivo de especializarse en el campo de la atención dental infantil, la doctora posteriormente completó un Máster en Odontopediatría.
Actualmente, también ha complementado su formación con un Máster en Ortodoncia y Malformaciones Craneofaciales, por el Hospital Sant Joan de Déu en Barcelona, adquiriendo experiencia en el manejo de casos odontológicos complejos en entornos hospitalarios.
La Dra. Sandra Cardona ha demostrado un profundo compromiso con la salud dental de los más pequeños, al desempeñarse como responsable del departamento de Odontopediatría de Clínicas Den.
Su enfoque centrado en el paciente, su habilidad para generar confianza en los niños y sus conocimientos de las técnicas más avanzadas de odontopediatría, la han convertido en una profesional muy respetada.
EXPERTA EN ODONTOPEDIATRÍA
La Doctora Sandra Cardona Soria es odontóloga por vocación y especialista en salud Bucodental Infantil, por pasión.
Su formación académica y especialización profesional, se enfocan hacia el tratamiento de problemas dentales que afectan a niños y adolescentes.
Su pasión por proporcionar una atención bucodental de calidad y su dedicación hacia el bienestar y la sonrisa de sus jóvenes pacientes, hacen que la Doctora Sandra Cardona Soria se preocupe por estar al día sobre los avances más recientes en su especialidad, a través de la participación en congresos y la formación continua.
La Dra. Cardona Soria es una odontopediatra experimentada que cuenta con una trayectoria laboral destacada en el campo de la salud dental infantil.
Con una formación académica sólida y un fuerte compromiso con el bienestar de sus pacientes, en diferentes clínicas Odontológicas desempeña un papel fundamental en la promoción de la salud bucal preventiva y el cuidado dental para niños y adolescentes.
La trayectoria de la Doctora Sandra Cardona Soria le ha llevado a especializarse en Odontología Infantil y Ortodoncia.
Una de las razones principales por las que me especialicé en Odontopediatría es la satisfacción de devolver la sonrisa y la funcionalidad a un paciente que está en crecimiento.
Es una especialidad complicada, ya que algunas ocasiones supone un reto. Pero también muy agradecida, ya que al final acabas creando un vínculo muy fuerte tanto con el paciente como con la familia.
Tengo que decir que me encanta esa parte, el hecho de que los niños te reconozcan, seas parte de su entorno familiar, que te relacionen con el hecho de que todo lo que haces es para “cuidar los dientes”, “que no tengan bichitos” y que vengan contentos a “contar sus dientes”.
Durante mi formación aprendí que no sólo hay que ver el diente, si no que tener una visión más general.
Ver las necesidades de cada niño, haciendo que las visitas al dentista sean algo más amigables, con el objetivo de crear un espacio donde podamos acompañar la evolución y el desarrollo oral de cada pequeño paciente.
La labor principal de un odontopediatra es dar todas las herramientas e información necesarias a las familias para que puedan cuidar de los dientes y de la salud oral de quienes más quieren, sus hijos.
Como he dicho, el objetivo primordial es acompañar a la familia durante el desarrollo oral del paciente, lo que al final también supone acompañarlos en cada etapa de su vida, inculcarles la importancia de tener, no solo unos dientes sanos, sino, en general, una boca sana y funcional.
Eso no sólo significa enseñar cómo cepillar, si no también determinar una buena función (respiración, masticación, deglución), controlar la buena evolución en los cambios que van sucediendo en la cavidad oral durante la boca (el recambio dental) y ayudar a instaurar y mantener unos hábitos saludables.
Pues creo que para mí la habilidad más importante es la empatía. Al final todos queremos lo mismo, el buen desarrollo del niño, que no tenga caries, que crezca sano y que lo haga con unos buenos hábitos.
La cuestión es saber cómo hacerle llegar a las familias y, por tanto, a los niños, la información y las técnicas de las que disponemos para que eso ocurra. Cada familia es diferente, cada niño es un mundo y, por tanto, cada situación y cada caso es distinto.
Para mí, lo más importante es asegurarme de que se llevan y entiendan los puntos importantes de toda la información que les explico, que puedan llevarlo a cabo en casa y, sobre todo, que sea algo que pueda perdurar. Por eso hay que poder adaptarse a cada familia y empatizar con su situación.
Pues tristemente el problema principal que me encuentro es la caries dental. Aunque existe muchísima información, para las familias, en mi opinión, a veces es difícil cribar cuál es la buena y la que deben seguir a rajatabla, y cuál no.
Ahí es donde entramos nosotros, no sólo enseñando y ayudando a mejorar la higiene bucodental en nuestros pequeños, si no a instaurar unos buenos hábitos en toda la familia, ya que el aprendizaje en estas edades es por imitación de lo que vemos en casa, y a cómo poder hacer que éstos perduren y sean los que se mantengan en la edad adulta.
Otro de los problemas que me encuentro frecuentemente son las mal oclusiones, es decir, las faltas de espacio o las alteraciones en la forma de morder.
De ahí la importancia de hacer un seguimiento durante toda la infancia para poder interceptar esta clase de problemas de forma precoz, y poder solucionarlo en edades tempranas para que el desarrollo, tanto oral como facial, sea óptimo.
Desde la clínica siempre intentamos crear un ambiente amigable, tanto en la sala de espera como en el gabinete, ambientándolo con dibujos o canciones que ellos reconozcan, para que no les sea tan extraño.
Pero, la base de todo odontopediatra es la técnica: decir, mostrar, hacer, es decir, antes de ni siquiera de acercarme, les cuento de forma divertida lo que va a pasar en la visita.
Contar los dientes con un espejo, limpiarlos con un cepillo y al final, darle un premio por su buen comportamiento.
Con la explicación les enseñó con qué haremos cada cosa y al final es cuando procedemos a realizarlo.
En las primeras visitas siempre me aseguro de que sea una visita simple y sencilla, sin hacer nada invasivo, para que se lleven un buen recuerdo y tengan una buena experiencia. Sin embargo, cuando atendemos pacientes menores de 2 años siempre intento explicarles a los papás que tienen que adaptar sus expectativas durante la visita.
Lo que quiero decir con esto es que cuando son tan pequeños su manera de expresar su frustración ante una situación que no conocen es el lloro, ya que no pueden decirnos qué les pasa o que no les termina de gustar.
Aquí es donde la actitud de los padres es muy importante, siempre lo es, pero en los casos en los que el paciente no puede expresarse con sus propias palabras, la actitud, la pose y la expresión facial de los padres es crucial.
Un ambiente de tranquilidad y seguridad tanto por mi parte como por parte del acompañante hará que el niño se sienta más tranquilo y tenga menos inseguridad durante la visita.
Así pues, no solo me encargo de explicarle todo al niño, sino también a las familias para que puedan adoptar esta pose de acompañamiento positivo durante todo el transcurso de la vista que terminará siendo un éxito, sin tener en cuenta si el niño ha llorado o no, ya que el hecho de que se vaya contento, con los dientes limpios y con un premio, será el éxito de la visita.
La primera visita la recomendamos con la salida del primer diente o durante el primer cumpleaños.
Como te explicaba, la Odontopediatría tiene como objetivo la prevención, es decir, no curar lesiones de caries si no trabajar en que no se desarrollen.
Si la primera vez que un niño viene al dentista ya sea con dolor o con varias lesiones, será más complejo que tenga una buena experiencia que si, por el contrario, iniciamos su experiencia odontológica únicamente con una sencilla revisión y un cepillado.
Es por esta razón que insisto mucho en realizar la primera visita lo antes posible. Las visitas de prevención son sencillas, simples y rápidas.
Es un momento dónde crearemos y desarrollaremos unos buenos hábitos para el cuidado y desarrollo bucodental, desde la salida del primer diente hasta la exfoliación del último, hábitos que acompañarán durante toda la vida y evitarán el desarrollo de patología o alteraciones bucodentales.
El niño vendrá contento a las visitas, quizás no el primer día, ya que lo desconocido, las experiencias personales en el dentista de los padres, o lo que les han contado, hacen que sea algo más complicado. Pero a partir de la primera experiencia, el resto todo es diversión.
Como te he explicado, el hecho de que vengan al dentista desde bebés, hará que las visitas siempre se asocien a experiencias positivas, sencillas y nada complejas. Crearemos un hogar dental, donde acompañaremos al paciente y a la familia durante todo su desarrollo a nivel bucodental.
La imagen de dentista asociado al dolor es algo que no queremos, es algo que ya ha cambiado, y es algo que sólo se consigue realizando y manteniendo las visitas de prevención.
En cuanto a la regularidad dependerá del riesgo de cada paciente, de la facilidad o dificultad para mantener una buena higiene y una boca sana, a partir de aquí pautaremos visitas sucesivas siguientes.
En clínicas Den tenemos el programa Caries 0. Es un protocolo en el que se recomienda, como te explicaba, la primera visita con la salida del primer diente o el primer cumpleaños, donde evaluamos de forma integral al paciente.
Se realizarán radiografías en los casos necesarios, se darán todas las instrucciones y herramientas para poder instaurar unos correctos hábitos de higiene bucodental (tipo de cepillo, técnica de cepillado, pasta dental, hilo dental, enjuagues, consejos de dieta, etc.) según las características de cada paciente y, según el riesgo, se pautarán los controles sucesivos cada 3, 6, 9 meses.
En este protocolo también controlamos y evaluamos el desarrollo de las arcadas y de la masticación junto con nuestro equipo de ortodoncia, que nos ayudarán a garantizar el buen desarrollo orofacial de nuestros pacientes.
También contamos con protocolos actualizados en caso de traumatismo dental, cosa de la que no hemos hablado mucho, pero son situaciones de urgencia en las que se debe acudir al odontopediatra lo antes posible para evaluar los daños y consecuencias que puede tener un golpe en la zona bucal para los futuros dientes, dar las recomendaciones de higiene y dieta adecuados, y pautar las revisiones necesarias.
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