¿Por qué le tengo fobia o miedo al dentista y cómo superarlo?

Clínicas Den - ¿Por qué le tengo fobia o miedo al dentista y cómo superarlo?

¿Le tienes miedo al dentista o tiemblas sólo de pensar en acudir a una clínica dental? No te sientas un bicho raro, porque hay muchas personas en tu misma situación.

Pero tenemos una buena noticia para ti, y es que hoy en día es posible superarlo. El modo de abordar los tratamientos, la profesionalidad del odontólogo y unos ejercicios prácticos van a ayudarte a cambiar esa situación de una vez por todas.

No te aseguramos que te vayas a sentir como en el sofá de tu casa, pero sí te vamos a dar soluciones que te harán más llevadera la situación.

¿Qué es el miedo al dentista?


La fobia al dentista u odontofobia es un miedo extremo e irracional que sufren algunas personas cuando piensan en acudir a una clínica dental. Sienten ansiedad, angustia y rechazo sólo con imaginarse en el futuro tratamiento, lo cual interfiere en su vida cotidiana.

El estudio más reciente de la OCU sobre salud dental indica que el 23% de los encuestados nunca acude al dentista, al menos que tenga un problema agudo y el 29% de ellos es debido al miedo al dentista.

Si vives esta situación, es necesario que la superes por una razón fundamental: debes realizar visitas regulares a tu odontólogo para que este mantenga a raya la placa dental que puede dar lugar a importantes problemas bucodentales.

Dejar de acudir al dentista no hace más que agrandar un problema que inicialmente era muy pequeño y que se hubiese solucionado en una sesión. Esa complicación a mayores requiere más tiempo y actuaciones más invasivas, que pueden acrecentar tu fobia en un círculo sin final.

¿No te parece más inteligente ponerle freno de una vez por todas?

¿Qué causa esta fobia o miedo al dentista?


El miedo al dentista puede deberse a malas experiencias sufridas en la infancia, pero en muchas ocasiones no se basa en realidades vividas en primera persona, sino que se sostiene sobre situaciones imaginadas o experiencias contadas por otras personas.

Estos son los factores que pueden estar detrás de este miedo paralizante:

Malas experiencias pasadas

La mayoría de los casos tienen que ver con situaciones negativas vividas de niño o adolescente en la silla del dentista. También con un tratamiento que viviste como adulto y que te generó dolor. O con un dentista que ridiculizó tus temores.

Expectativa de dolor

Tanto si has tenido una experiencia dolorosa en la clínica dental como si no, puedes imaginar qué grado de dolor vas a sufrir. Lo más probable es que no sea cierto, porque en la actualidad hay excelentes anestésicos, pero tu imaginación disparará tu ansiedad.

Otros problemas psicológicos

En ciertas ocasiones, el miedo a acudir al dentista no está relacionado directamente con el tratamiento, sino que deriva de problemas previos que tiene el paciente: depresión, trastornos de ansiedad, TOC, claustrofobia, estrés postraumático…

Tornos, agujas y el ambiente de la clínica

Quien teme las agujas, no se libra de ello ante un tratamiento en la boca. Incluso puede acrecentarse. También el sonido del torno dental se asocia con dolor, y el entorno estéril y frío de la clínica puede ser otra causa que dispare tu estrés.

Vergüenza a mostrar tu boca

Si tienes miedo de ir al dentista, tu boca cada vez estará en peor estado. Muchos pacientes tienen vergüenza de que vean sus dientes y de recibir críticas negativas por parte del odontólogo.

Miedo a perder el control

Te sientas en la silla del dentista. Te abren la boca y ya no puedes escapar. Hay quien se siente atrapado porque no puede levantarse, o indefenso cuando le sedan o anestesian, o se agobia porque no sabe qué le están haciendo…

Agobio por la invasión de tu espacio personal

Muchas personas necesitan un espacio personal amplio, que se ve invadido cuando acuden al dentista. No solo porque la cercanía física tiene que ser muy estrecha, sino porque en ocasiones la boca se percibe como una parte del cuerpo muy personal.

¿Cuáles son los síntomas comunes de la fobia al dentista?


Tengo miedo al dentista

Una persona con fobia al dentista no necesita acudir a la clínica para ver cómo se manifiestan sus efectos.

Solo con pensar en que se acerca el momento de una revisión o tras colgar el teléfono para pedir la cita, se activan los síntomas, que pueden ser tanto emocionales como físicos.

Por un lado, es común comenzar a sudar, que aumente el ritmo cardíaco y baje la presión arterial, entre otras señales.

Todos ellos son conatos de estrés o extrema ansiedad, que también se reflejan en la expresión del rostro y que pueden aumentar la sensibilidad al dolor.

En consecuencia, todos los músculos del cuerpo se tensan, incluso los de la cara, y se puede tener reflejo de ahogo al intentar introducir objetos en la boca del paciente, con lo cual es muy complicado intervenir en ella.

Una persona con miedo al dentista evita a toda costa acudir a él, postergando las revisiones más allá del año recomendado y anulando los tratamientos posteriores tras una intervención.

¿Qué hago si tengo miedo de ir al dentista?


Ahora que sabes que padeces odontofobia y te gustaría superarla, las soluciones pueden provenir desde varias vías.

En el momento de concertar la cita, indica tus temores, para que se transmitan al profesional que te va a atender. Y traslada tus miedos y preocupaciones al odontólogo, una vez que estés cara a cara con él. Se encargará de buscar soluciones para que te sientas más cómodo durante las visitas.

Por tu parte, también puedes hacer mucho antes de sentarte en la silla del dentista:

  • Analiza fríamente qué te provoca el miedo. Puede ser el sonido del taladro, la visión de una aguja, una imagen mental, una mala experiencia… Conocer qué sucede, permite que tu dentista busque la mejor solución.
  • Solicita en tu clínica información sobre el procedimiento al que van a someterte en consulta. Conocer el proceso disminuye la incertidumbre y la ansiedad.
  • Utiliza técnicas de relajación antes de ir a la consulta, como ejercicios de respiración profunda. Hacer yoga también da grandes resultados.
  • Pregunta a tu odontólogo si puedes tomar algún relajante que no interaccione negativamente con el tratamiento.
  • Sal del bucle mental en el que te encuentras, dejando de pensar en el miedo y centrándote en los resultados y el efecto positivo de ir al dentista.
  • Habla con una persona de confianza que te escuche y que no tenga miedo al dentista. Contar tu problema te relaja, y conocer cómo otros abordan la situación puede ayudarte.
  • Para enfrentarte al tratamiento, valora opciones como la sedación consciente, o la toma de un sedante suave que te ofrezca tu dentista.
  • Antes de acudir al dentista evita tomar bebidas que incrementan el nerviosismo como el café, el té, las bebidas energéticas o cualquier otra que contenga cafeína. Tampoco bebas alcohol que pueda interferir con los sedantes que te administren.
  • Acude con un acompañante que te aporte confianza y tranquilidad durante la intervención.
  • Mientras estás en la sala de espera lee un libro, consulta el móvil, juega… Haz aquello que más te entretiene, para dejar de pensar en lo que viene.
  • Lleva auriculares con música que te relaje, para escuchar durante el tratamiento. También puedes optar por un podcast de tu tema preferido o un audiolibro.
  • Pide cita en las horas menos concurridas del día, preferentemente a primera hora de la mañana. Tendrás menos tiempo para que afloren los nervios y el profesional no te atenderá con prisas acumuladas.
  • Hazte un regalo al salir de la clínica. Superar una prueba, necesita un premio que valore tu esfuerzo. Cómprate un libro, material de papelería o algo que te apetezca tener.
  • También es importante que, al finalizar, analices si las expectativas que tenías se correspondieron con la realidad. A menudo el dolor fue casi inexistente o lograste relajarte. Eso es una importante base para la próxima visita.

Por último, siempre puedes cambiar de clínica dental si en la tuya no tienen en cuenta tus miedos, o sientes que no empatizan contigo.

Una clínica preparada para ayudarte, dispone de profesionales que te preguntan y se interesan por el origen de tus temores. Te tratan con cariño y, sobre todo, te ofrecen soluciones.

¿Cómo ayudar a los niños a superar la odontofobia?

Cómo superar el miedo al dentista

En muchas ocasiones, el miedo al dentista que sufren los adultos, hunde sus raíces en experiencias de la infancia.

Por ese motivo es vital ayudar a los pequeños para que no se instale en ellos esta limitación que luego puede derivar en serias consecuencias para su salud futura.

Procura llevar a tu hijo contigo a tus revisiones o empastes. En ese momento, el dentista puede hablar con él para que lo vea como una persona cercana. Tu niño también se fijará en cómo te comportas en la clínica e intentará imitarte.

También se habituará al sonido del torno, y el ambiente de la sala.

Una vez en casa, nunca critiques al dentista ni hables de lo doloroso que ha sido la intervención.

Es muy útil que lo lleves desde pequeño a sus propias revisiones. En ese caso, no pases con él a la consulta, ya que los niños suelen comportarse mejor sin sus padres presentes.

Y si aun así tiene miedo y se niega a ir a las revisiones, llévalo a un dentista infantil, donde están acostumbrados a estos casos. Allí los procedimientos y también la decoración, las batas y mascarillas son más acordes al niño.

¿Cómo tratar a un paciente con miedo al dentista?


Visitar la clínica, debería ser siempre una experiencia agradable y eso se consigue si el odontólogo trabaja de forma personalizada con los pacientes y hay buena comunicación con ellos.

Es importante tener en cuenta que cada uno percibimos las situaciones de forma diferente y que el miedo es una respuesta muy habitual cuando se desconocen los tratamientos. Por eso ofrecemos los siguientes consejos:

Rellenar un cuestionario

Cuando, al pedir cita, un paciente indica que tiene odontofobia, se puede solicitar que rellene un cuestionario previo. En él se propondrán diversas situaciones ficticias en las que puede contestar cómo se sentiría: relajado, inquieto, tenso, temeroso, muerto de miedo.

Observar la sala de espera

Indica a la enfermera que esté atenta al comportamiento del paciente en la sala de espera te puede dar pistas del estado del paciente. Si frota sus manos continuamente, suda, camina nervioso… puede dar indicios de que alguien tiene miedo.

Comunicación empática

Habla con el paciente con odontofobia y pregúntale sobre sus miedos, su origen y a qué se deben. Empatiza con él y luego, dale soluciones útiles. A menudo, solo con saber que le escuchas y que estás atento a sus sentimientos, es suficiente.

No tengas prisa

Tómate el tiempo necesario para escuchar, parar, preguntar las veces que haga falta cómo se encuentra el paciente. Es mejor ir despacio que no poder terminar la operación o el tratamiento.

Explica el procedimiento

Detalla a la persona que va a recibir el tratamiento qué le vas a hacer en la boca, y muéstrale el instrumental —solo si él lo desea—. Reproduce la técnica sobre el molde de una boca y, por último, pasa a la acción.

Una señal para parar

Indica al paciente alguna señal para que te haga saber que no se encuentra bien y debes detenerte. Por ejemplo, levantar un brazo. Así le concedes un poco de control, que es uno de los motivos que más angustian a quienes padecen fobia al dentista.

Primero, lo más sencillo

Comenzar por un tratamiento sencillo e indoloro, como una limpieza dental, permite que el temor se reduzca. Según la respuesta de la persona ese día se puede continuar luego con un tratamiento más largo y latoso, o trasladar la cita a otro día.

Ofrece soluciones anestésicas y sedantes

Propón todos los sedantes que estén a tu alcance, como anestésico local incluso para tratamientos sencillos, un sedante suave, el uso de óxido nitroso, o la sedación consciente vía intravenosa.

Pon música

Una melodía suave y relajante ayuda a distraer a la persona con fobia al dentista, y también atenúa el sonido del torno y del instrumental metálico posándose en la bandeja.

Conclusión

Es común sentir algo de temor al acudir a la clínica dental, sobre todo si el tratamiento es importante y largo, pero cuando se convierte en un miedo incontrolable hablamos ya de odontofobia.

Superarla es fundamental para mantener al día tu salud bucal y para lograrlo es necesario que pongas de tu parte y también que acudas a un odontólogo con experiencia y que fomente la empatía.

En Clínicas Den atendemos de modo personalizado a cada paciente, y te ofrecemos soluciones para que tu experiencia sea lo más grata posible. ¿Quieres una cita con nosotros?

¿Tú ya has superado el miedo al dentista?

Cuéntanos tu experiencia, te leemos en comentarios.

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Dr. Pablo Rial Serodio

El doctor Pablo Rial (n.º de colegiado 1907), es el Director Médico de Den Clínica Dental y Miembro de la Sociedad Española de Ortodoncia. El doctor Pablo Rial cuenta con más de 25 años de experiencia y se ha especializado en Rehabilitación Oral e implantología Dental. Es diplomado en Ortodoncia y Oclusión Funcional por la Fundación Roth – Williams International y diplomado en Ortodoncia por la Fundación Internacional Gnathos. Además, posee un Postgrado en Bioestética por el Orthognathic Bioesthetic Institute, un título superior para dirigir instalaciones de Radiodiagnóstico (UTPR) y un Máster en Dirección de Servicios Integrados de Salud por ESADE Business School.

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