No descansar adecuadamente por las noches influye para mal en nuestro humor, productividad y bienestar general. Cuando la causa de esta falta de descanso es la apnea del sueño, existe, además, la posibilidad de sufrir consecuencias nefastas para la salud que incluso podrían desembocar en una muerte prematura.
Pese a la gravedad del asunto, son muchas las personas que padecen este trastorno sin saberlo.
Sigue leyendo para conocer en qué consiste y saber qué hacer si descubres que tú o alguien cercano lo sufre.
¿Qué es la apnea del sueño?
La apnea del sueño es una enfermedad grave producida por una obstrucción al paso de aire por la vía aérea durante el sueño. Provoca una bajada en la saturación de oxígeno, lo que implica unos problemas de salud considerables y una menor esperanza de vida.
Esta patología afecta al descanso y a la salud general de un gran número de personas adultas alrededor del mundo.
Además de llegar a hacer crónicas otras patologías, la apnea aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, diabetes del tipo 2, ciertos tipos de cáncer o un derrame cerebral.
Tipos de apneas del sueño
Según la gravedad que revistan y el origen de las mismas, existen tres tipos de apneas del sueño. Los vemos a continuación.
Apnea obstructiva (AOS)
Es la más común de todas y consiste en pausas respiratorias durante el sueño. Se produce principalmente por el cierre o la obstrucción de las vías respiratorias superiores.
Apnea central del sueño (CSA)
Es una patología muy grave donde se interrumpe la respiración por problemas que afectan al tronco encefálico. El cerebro no envía las órdenes necesarias a los músculos que intervienen en la función respiratoria. Su principal síntoma es la parada temporal durante el sueño y a diferencia de la AOS no se producen ronquidos.
Síndrome de apnea mixta o compleja
Aquí se combinan los dos tipos de apnea anteriores.
¿Qué es lo que causa la apnea del sueño?
Muchas veces, no llegamos a identificar qué es exactamente lo que produce una apnea del sueño. Y es que detrás de esta enfermedad puede haber una sola causa o una suma de varios factores. Veamos ahora algunos de los más comunes.
Obesidad
Es, probablemente, la causa más frecuente. Las personas obesas acumulan más grasa en todo el cuerpo, incluida la zona posterior de la garganta. Aquí, se produce un exceso de tejido que dificulta que el aire fluya con normalidad. Para colmo, ambos problemas se retroalimentan: la apnea también complica la obesidad, ya que la falta de oxígeno afecta a las hormonas encargadas de regular el apetito.
Insuficiencia renal
Otra enfermedad que se relaciona de forma bidireccional con la apnea. Mientras que esta última puede llevar a la insuficiencia renal porque aumenta el estrés oxidativo, la insuficiencia renal comporta una acumulación de líquidos que favorece el estrechamiento de la faringe y, por lo tanto, la aparición de apneas.
Genética
Ciertos rasgos físicos y otros factores relacionados con la salud y el funcionamiento de nuestro cuerpo predisponen a padecer apnea del sueño. De todos ellos, muchos son heredados de nuestros padres. Algunos ejemplos: vías respiratorias estrechas, amígdalas o lengua demasiado desarrolladas, enfermedades que actúan en el tallo cerebral, mandíbula pequeña, tabique nasal desviado, etc.
Tabaquismo
Fumar irrita e inflama las vías respiratorias. Esta inflamación dificulta que el aire pase a través de ellas, llegando a provocar problemas respiratorios como la apnea.
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Consumo de alcohol
El alcohol tiene un efecto relajante sobre los músculos de las vías aéreas, por lo que hace que estas puedan obstruirse con más facilidad.
¿Cuáles son los principales síntomas de la apnea del sueño?
Se calcula que la gran mayoría de personas afectadas por este trastorno no saben que lo tienen. Especialmente en casos leves, puede ser difícil que alguien se dé cuenta de que ha dejado de respirar mientras duerme, ya que o no se despierta cuando eso sucede o no lo hace lo suficiente como para ser consciente de lo que ha ocurrido.
Sin embargo, hay algunos síntomas que pueden darnos pistas de que estamos experimentando apneas.
Somnolencia diurna
Uno de los efectos más comunes de esta enfermedad es la privación del sueño nocturno. Esto lo que provoca es que las personas que la sufren se sientan muy cansadas, de mal humor y se queden dormidas durante el día.
El problema grave aparece cuando se duermen en circunstancias inapropiadas como durante la conducción, pudiendo ocasionar accidentes de tráfico.
Presencia de ronquidos
Roncar no es sinónimo de sufrir apnea del sueño. Aun así, este hábito es uno de los síntomas más frecuentes de esta afección.
Las personas que padecen apnea del sueño roncan porque sus vías respiratorias están parcial o completamente obstruidas. Eso significa que el aire no puede fluir libremente a través de ellas.
Respiración irregular durante el sueño
Esta patología del sueño se caracteriza por pausas múltiples en la respiración durante el mismo. Estas pausas, conocidas como apneas, suelen durar entre 10 y 30 segundos.
En casos severos, las personas con apnea del sueño pueden experimentar estas apneas cada pocos minutos. Una apnea puede ser silenciosa o ruidosa, cuando la persona jadea o emite sonidos de ahogamiento mientras lucha por tomar oxígeno.
Boca seca al despertar
La apnea obstructiva del sueño, el tipo más común de apnea del sueño, ocurre porque la vía aérea superior se estrecha o colapsa por completo mientras se duerme, lo que hace que la persona respire de manera irregular.
Con la vía aérea superior comprometida, las personas con apneas encuentran difícil respirar por la nariz. Este comportamiento hace que muchas personas lo hagan por la boca mientras duermen.
La respiración por la boca seca la saliva que la recubre de forma natural, lo que la hace sentir seca al despertar.
La boca seca o xerostomía puede desencadenar otros síntomas problemáticos, como dolor de garganta, mal aliento y sed persistente.
Dolores de cabeza
La respiración irregular afecta a la cantidad de oxígeno que las personas con apnea del sueño toman en sus pulmones durante el descanso. El cerebro quiere conservar los niveles de oxígeno, por lo que dilata sus arterias para aumentar el flujo sanguíneo.
Esta dilatación aumenta la presión en el cráneo, que cuando se combina con un sueño interrumpido a menudo produce dolores de cabeza por la mañana. Estos dolores de cabeza generalmente desaparecen en las primeras horas de la vigilia, ya que se reanuda la respiración normal y el consumo de oxígeno.
Mal humor
Al igual que con otros problemas que afectan el sueño, la apnea del sueño puede hacer que el paciente se sienta malhumorado e irritable. Cuando ocurre la apnea del sueño, el cerebro no tiene acceso a suficiente GABA, el químico que regula sus emociones y lo ayuda a mantener la calma.
Menor capacidad de concentración
La apnea del sueño es una afección molesta que perturba el sueño de aquellos que la sufren. Por este motivo, es usual que estas personas puedan tener dificultades para concentrarse durante su día a día. El estado de agotamiento perjudica gravemente la concentración.
Hipertensión arterial y estrés
Dado que la apnea del sueño reduce la cantidad de oxígeno que las personas pueden tomar mientras duermen, quienes la padecen a menudo tienen una mala salud cardiovascular.
Su corazón depende del oxígeno para funcionar de manera eficiente. Con poco oxígeno en la sangre, el corazón debe trabajar más para bombearla alrededor del cuerpo.
Este esfuerzo adicional causa presión arterial alta. Una presión arterial alta hace a alguien más propenso a sufrir altos niveles de estrés.
Por otra parte, se observa una elevada concentración de glutamato en los cerebros de quienes padecen apnea del sueño, lo que también influye en que estén más estresados. Además de con la presión arterial alta, la apnea del sueño no tratada está relacionada con otros tantos problemas de salud que incluye ataques cardíacos, obesidad, diabetes tipo 2 y accidentes cerebrovasculares.
Existe una variedad de opciones para hacer frente a la apnea, desde máquinas CPAP hasta dispositivos de tratamiento dental para casos leves.
¿Qué tipos de tratamientos odontológicos existen para la apnea?
Antes de decidirse por cualquier tratamiento de la apnea del sueño, es esencial realizar una serie de pruebas diagnósticas para determinar cuál de ellos es el más adecuado en cada caso concreto.
A este diagnóstico se llega mediante un estudio de sueño por polisomnografía. Los especialistas en patología del sueño, neumólogos y neurólogos, son una parte esencial en la valoración de los pacientes con apnea del sueño.
A nivel maxilofacial, aquellos que puedan ser candidatos a cirugía por sus características anatómicas necesitaran un TAC maxilofacial y un estudio de planificación previo a la cirugía.
Avance maxilo-mandibular
El tratamiento de la apnea del sueño consiste en un avance maxilo-mandibular con o sin mentoplastia de avance.
En nuestra clínica dental en Barcelona, corregimos la posición del maxilar y la mandíbula mediante una intervención quirúrgica, aumentando la tensión de los músculos de la vía aérea de la boca y la faringe. De esta manera aumenta el espacio para el paso de aire, evitando su colapso durante el sueño.
Otras cirugías
Cuando está muy claro que lo que está provocando la apnea del sueño es un problema físico, puede ser una buena opción hacer desaparecer dicho problema en un quirófano. Así, podemos acabar con este trastorno eliminando un exceso de tejido en personas obesas, extirpando unas amígdalas demasiado grandes o retocando un tabique nasal, por ejemplo.
Férulas de avance mandibular
En algunos pacientes también puede estar indicada la aplicación de unas férulas o dispositivos de avance mandibular (DAM).
Estas férulas colocan la mandíbula en una posición más favorable para la vía aérea. Sin embargo, es imprescindible una valoración previa por un odontólogo y un médico cirujano maxilofacial. Ellos valorarán tanto la situación bucodental como la de la articulación temporomandibular (ATM) y la estructura facial.
Máquinas de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP)
La mejor opción para tratar la apnea obstructiva del sueño cuando no sabemos qué la causa o bien son varios los factores implicados en que se dé.
Esta máquina asegura que entre un flujo constante de aire presurizado en las vías respiratorias. Es un método efectivo, pero requiere que el paciente lleve una mascarilla algo aparatosa durante toda la noche, por lo que puede ser un método incómodo para algunas personas.
Presión positiva espiratoria nasal en las vías respiratorias (EPAP)
Es una terapia que consiste en introducir unas válvulas en la nariz que permiten inhalar aire a través de ellas, pero no exhalarlo. De esta forma, se ejerce una presión sobre las vías respiratorias que conlleva una mayor apertura de las mismas.
Retenedor de lengua
Se trata de un dispositivo que se introduce en la boca para impedir que la lengua tapone las vías respiratorias de una persona mientras esta duerme.
Estimulador neuromuscular lingual
Un aparato que aplica pequeñas corrientes eléctricas a la lengua para fortalecerla. Una lengua más fuerte no se relaja tanto, por lo que tapona menos la entrada de aire. El estimulador no se utiliza durante el sueño, sino en cualquier otro momento en el que la persona esté despierta. Con 20 minutos de uso al día es suficiente.
Estimulador de nervios implantable
Al igual que se hace con los marcapasos, este dispositivo se implanta debajo de la clavícula del paciente. Su función consiste en estimular los músculos implicados en la respiración para evitar que se relajen demasiado y obstruyan las vías respiratorias. El paciente puede activarlo por control remoto al acostarse y volverlo a apagar cuando se despierte.
¿Cómo evitar la apnea del sueño?
En función de cuáles sean los factores de riesgo que podrían llevarte a sufrir apnea, hay varias acciones y consejos que debes poner en práctica para evitar su aparición o aliviar sus síntomas.
Asegúrate un buen descanso nocturno
Es muy importante que duermas las horas necesarias (la media ideal son ocho) y que tu sueño sea de calidad. Para favorecer ambas cosas, trata de acostarte y levantarte siempre a la misma hora, duerme totalmente a oscuras y hazlo en una habitación con una temperatura agradable (de entre 18 y 21 grados).
No te acuestes boca arriba
De hecho, la mejor postura para eludir las apneas al dormir es de lado, para que tu lengua no se vaya hacia atrás. Existen almohadas especiales que te ayudan a mantener esta posición durante toda la noche; pero también puedes recurrir a trucos como coser pequeños objetos a la espalda de tu pijama. Así, te molestarán cuando apoyes la espalda en la cama y cambiarás tu posición.
Mantén hábitos saludables
Una dieta sana y equilibrada, junto con la práctica diaria de ejercicio, puede ayudarte a perder unos kilos. Al hacerlo, disminuirás también los síntomas de la apnea. Otra forma de conseguir mitigar los efectos de este trastorno es eliminar o reducir el consumo de tabaco y alcohol.
Conclusión
Detectar y tratar la apnea del sueño a tiempo es muy importante. No solo porque puede evitar la aparición o empeoramiento de enfermedades graves, sino también porque nos permite vivir mejor: con más energía, mejor ánimo y humor, rindiendo más en el trabajo y en nuestra vida personal.
Por eso, a la menor duda, contacta con nosotros para que podamos evaluar tu caso y recomendarte un tratamiento, si es necesario.
Empieza hoy a trabajar por una vida más saludable y de mejor calidad.
¿Y tú, crees que sufres de esta patología del sueño?
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