La endodoncia es uno de los procedimientos dentales más frecuentes en odontología. Sin embargo, es una de las grandes conocidas que te ayudará a recuperar tu salud bucodental y evitar complicaciones mayores.
Hoy te contamos qué es, para qué sirve y cómo se realiza este procedimiento.
¿Qué es una endodoncia dental?
La endodoncia es un tratamiento que tiene como misión sanar, reparar y salvar el diente cuyo tejido interior está infectado, dañado seriamente y de forma irreversible.
Este tejido interior se llama pulpa dental. La pulpa dental está formada por vasos sanguíneos, tejido conectivo y nervios. De ahí, que popularmente se diga que en la endodoncia se “mata al nervio”.
Con este tratamiento se extrae la pulpa dental inflamada y afectada (pulpitis), efectuando también una exhaustiva limpieza del sistema de conductos radiculares.
Posteriormente, se sella el diente para que no se produzcan más infecciones. De esta manera, se logra salvar la pieza dental del paciente.
¿Qué señales o síntomas nos alertan de una posible endodoncia?
La infección en la pulpa dental o pulpitis puede provocar un dolor de intensidad variable y de forma intermitente o constante.
Entre los síntomas más habituales nos encontramos:
- Sensibilidad dental al exponernos a alimentos fríos o calientes
- Presencia de flemón o fístula
- Molestias en la masticación
- Cambio del color de la pieza dental, que se torna más oscuro
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¿Qué objetivo persigue la endodoncia?
La endodoncia es un tratamiento que cumple un triple objetivo:
1. Eliminar el dolor de los pacientes
El objetivo prioritario de un tratamiento endodóntico es eliminar el dolor dental provocado por infecciones inflamatorias del tejido periapical y la pulpa dentaria.
2. Limpiar el tejido infectado y evitar que la infección avance
Si el tejido vivo inflamado e infectado no se trata, puede ocasionar mucho dolor e incluso causar un absceso dental (acumulación de pus).
Para ello, se trata el interior de la cámara pulpar para salvaguardar la salud de los dientes naturales, huesos y la gingiva o encía.
3. Salvar la pieza dental
Gracias a la endodoncia se mantiene la funcionalidad del diente, se regenera el hueso dañado y se preserva la salud de las encías, así como la estética bucal del paciente.
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¿Cuándo es necesario someterse a un tratamiento endodóntico?
La endodoncia está indicada en aquellos casos clínicos en los que ha habido una alteración irreversible del nervio o pulpa dentaria.
Las principales causas de una enfermedad pulpar o pulpitis son las siguientes:
Caries dental avanzada
Si se detecta la caries a tiempo es suficiente un empaste dental para curarla.
Sin embargo, si esta avanza y daña al diente de forma profunda e irreversible, ya hay que recurrir a la endodoncia.
Desgaste o abrasión dental
La abrasión dental provoca el desgaste del esmalte, lo que termina debilitando al diente. Si no se trata, este desgaste puede alcanzar a la dentina interna y finalmente desarrollar pulpitis.
Traumatismos
Un mal golpe puede provocar que se corte la irrigación al diente y el nervio muera.
Bruxismo
El bruxismo consiste en apretar los dientes, crujirlos o frotarlos unos con otros de forma inconsciente. Esto genera la erosión de las piezas y, por tanto, puede acabar lesionando la pulpa.
Además de estas causas, la endodoncia también es conveniente para aquellos pacientes que necesitan puentes o coronas dentales dónde su preparación es muy completa y minuciosa.
¿Qué tipos de endodoncia existen?
No todas las endodoncias son iguales sino que van a depender del número de conductos radiculares de la pieza a tratar. Partiendo de aquí distinguimos tres tipos:
Endodoncia unirradicular
La pieza dental afectada tiene una sola raíz y conducto pulpar. Este es el caso de los caninos y los incisivos laterales y centrales.
Endodoncia birradicular
El diente cuenta con dos conductos radiculares, como los segundos premolares superiores.
Endodoncia multirradicular
La pieza dental tiene tres o más conductos, como los molares superiores.
No siempre los dientes cuentan con el número de conductos esperado. Pueden presentarse variaciones anatómicas. Por tanto, será el dentista quien determine el número de conductos de la pieza y el tipo de tratamiento endodóntico.
¿En qué consiste una endodoncia?
La endodoncia no es un tratamiento doloroso per se. En realidad, lo es más la causa que la conlleva. El procedimiento consta de cinco fases.
1. Diagnóstico
En primer lugar, se realiza lo que llamamos anamnesis o preguntas guiadas al paciente para conocer sus síntomas, el tipo de dolor e intensidad del mismo, etc.
A continuación, se efectúan radiografías para confirmar el estado del diente y del proceso infeccioso.
2. Anestesia
La endodoncia es un tratamiento indoloro que se lleva a cabo con anestesia local.
Una vez adormecida la zona a tratar, se fija un dique de goma alrededor de la pieza para impedir que la sangre o la saliva interfiera en el proceso.
Un requisito ineludible para aplicar la anestesia es que en el diente no exista ningún tipo de infección o inflamación.
De ser así, el tratamiento tendría que posponerse y el paciente deberá ser tratado con antibióticos y antiinflamatorios.
3. Apertura, vaciado y limpieza
Con la zona preparada, se procede a perforar la corona del diente con el objetivo de acceder a la pulpa dental. Se extrae toda la pulpa y el tejido nervioso infectado, y se limpian los conductos.
4. Obturación y restauración
Cuando la pieza está limpia y desinfectada se sellan los conductos radiculares y se reconstruye el diente ya desvitalizado.
»Aprende con Clínicas Den: ¿Qué es una obturación dental?
5. Corona dental
En ocasiones, la pieza puede estar dañada o debilitada y se recurre a una corona dental para protegerlo y restablecer su función por completo.
¿Cuáles son los beneficios de una endodoncia?
Estos son algunos de los beneficios del tratamiento endodóntico.
1. Erradicar el dolor de dientes
La endodoncia defiende la conservación de las piezas dentales frente a su extracción, siempre que se pueda. Lo ideal es mantener en la medida de lo posible la estructura dental natural.
2. Mantener la estructura de hueso y mandíbula
La pérdida de piezas dentales puede ser un factor indicativo de que el hueso de la mandíbula no recibe la estimulación adecuada en esa área, lo que puede conllevar la pérdida de más dientes y huesos.
La endodoncia contribuye a conservar el diente natural en su lugar, lo que permite preservar la forma natural y la curvatura de mandíbula y cara.
3. Previene la halitosis y otras consecuencias
Un diente infectado sin tratar conlleva consecuencias como infecciones mayores o halitosis.
4. La endodoncia es segura y efectiva
Este tipo de tratamiento se lleva años realizando por lo que no comporta ningún tipo de complicación.
Los endodoncistas trabajan minuciosamente para extraer cualquier rastro de pulpa infectada y sellar el diente con el fin de reducir en gran medida las posibilidades de una infección adicional.
De este modo, se previene la pérdida y la extracción de dientes en un entorno seguro, limpio y de apoyo.
5. Es una alternativa preferible a otros tratamientos más complejos y caros
Un diente enfermo puede afectar a las piezas adyacentes.
Por tanto, además del beneficio que supone el propio tratamiento de endodoncia, evita también complicaciones mayores y tratamientos más costosos y complicados.
Conclusión
Ya ves que una endodoncia es un tratamiento indoloro con el que podrás recuperar tu salud bucodental.
En cuanto detectes algún síntoma o molestia en tu boca acude a tu dentista habitual para que te diagnostique cuanto antes.
Y si necesitas una endodoncia en Barcelona o alrededores, no dudes en venir a visitarnos en nuestra Clínica Dental en Barcelona.
¿Te has quedado con alguna duda en torno a la endodoncia y el trabajo de sus especialistas?
En Clínica Den estamos a tu disposición.
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