¿Sientes que te cruje la mandíbula al abrir la boca, al masticar o incluso al bostezar? Aunque a primera vista parece algo sin importancia, este ruido puede ser señal de un problema en la articulación temporomandibular (ATM) o en los músculos que controlan sus movimientos.
Descubre las posibles causas de este crujido, cómo identificar otros síntomas asociados y qué tratamientos existen para aliviarlo y prevenir complicaciones.
¿Qué pasa si me cruje la mandíbula?
Antes de conocer las causas de los ruidos mandibulares, primero debes entender cómo funciona la articulación involucrada: la ATM.
La articulación temporomandibular (ATM) conecta la mandíbula con el cráneo, permitiéndonos realizar movimientos como abrir y cerrar la boca, masticar, hablar, expresar emociones y bostezar.
Se encuentra justo debajo de las sienes, cerca del oído externo.
En esta articulación están los cóndilos, unas pequeñas protuberancias redondeadas al final de la mandíbula.
Cuando abres y cierras la boca, los cóndilos se mueven hacia delante y hacia atrás dentro de una cavidad llamada glenoidea.
Si no encajan correctamente, se altera el equilibrio oclusal, y con ello llegan los crujidos mandibulares u otros tipos de trastornos.
Por lo tanto, la respuesta de por qué te cruje la mandíbula la tiene la ATM. Ahora la cuestión es saber la causa del trastorno.
Causas por las que te cruje la mandíbula
El crujido de la mandíbula atiende a diferentes razones: desde tensiones musculares hasta trastornos en la articulación temporomandibular (ATM).
Tensión muscular
El estrés o la ansiedad generan tensiones en los músculos de la mandíbula, y con ello, chasquidos al abrir y cerrar la boca.
Esta tensión también altera el funcionamiento de la ATM y causa molestias adicionales como daño en las encías o desgaste dental.
Problemas en la ATM
Los problemas en la articulación temporomandibular representan una de las causas más comunes del crujido mandibular.
Esta disfunción, además de ruido, suele llevar asociado dolor en la mandíbula al abrir la boca y masticar, rigidez o sensación de bloqueo.
Bruxismo
El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes que desgasta las estructuras dentales y articulares.
Con el tiempo, este desgaste provoca ruido y molestias en la mandíbula, especialmente al abrirla.
Maloclusión dental
Cuando existe maloclusión, los dientes no encajan correctamente.
La mandíbula realiza movimientos compensatorios que generan ruido y presión desigual en la ATM.
Tener los dientes alineados no solo es cuestión de apariencia. Es fundamental para mantener una buena salud bucodental y cuidar la articulación temporomandibular.
Canting oclusal
Un caso específico de maloclusión es el canting o canteo del plano oclusal.
En muchos casos, los clics mandibulares o el dolor surgen porque, al cerrar la boca, los dientes de un lado contactan antes que los del otro.
Esta afección lleva al paciente a desviar la mandíbula hacia el lado contrario de manera inconsciente para compensar el desajuste.
El movimiento lateral deteriora gradualmente la articulación, favorece el bruxismo y provoca desgaste dental.
Traumatismos
Un golpe o lesión en la mandíbula puede dañar la articulación o los músculos que la rodean.
Un accidente, una caída o un golpe en la mandíbula puede provocar dolor, bloqueos o crujidos intensos. Incluso un trauma leve, aunque pase desapercibido, genera molestias.
Enfermedades articulares degenerativas
La artritis mandibular es una enfermedad degenerativa que surge al desgastarse el cartílago encargado de recubrir y proteger la articulación.
Esta patología provoca inflamación, dolor y rigidez en la mandíbula, además de chasquidos o crujidos constantes.
Condiciones como la artritis reumatoide o la osteoartritis afectan las articulaciones del cuerpo, incluida la ATM.
¿Qué tipos de crujidos o molestias pueden experimentarse a nivel mandibular?
Los sonidos y molestias en la mandíbula varían según la causa que los origina.
Clic mandibular
Un clic o chasquido es uno de los sonidos más comunes.
Ocurre cuando hay un desajuste en la ATM, lo que hace que el disco articular se desplace de su posición normal.
Este tipo de ruido mandibular puede presentarse sin molestias o venir acompañado de dolor y malestar, dependiendo de si existe inflamación o daño en la articulación temporomandibular.
En la mayoría de los casos, este tipo de crujido no suele ser grave y a veces no necesita tratamiento.
Ruido mandibular por crepitación
El ruido de roce o crepitación se caracteriza por ser áspero, continuo y chirriante, y aparece al mover la articulación temporomandibular.
Se asocia con enfermedades degenerativas, por lo que siempre requerirá de un tratamiento.
Dolor en la mandíbula
El dolor en la mandíbula puede estar localizado o irradiarse hacia otras zonas, como el oído o la sien.
A menudo se relaciona con tensiones musculares, bruxismo o problemas en la ATM.
Rigidez o dificultad para mover la mandíbula
La sensación de mandíbula “dura” o limitada al intentar abrirla completamente (trismus dental) suele ser un indicio de inflamación o alteración en la articulación.
Sensación de «bloqueo» o “atasco”
La mandíbula parece quedar atrapada al intentar abrirla o cerrarla, obligándote a realizar movimientos adicionales para corregirlo.
Dolores de cabeza o migrañas
La conexión entre los músculos de la mandíbula, el cuello y la cabeza hace que los problemas mandibulares generen tensiones que derivan en migrañas y dolores de cabeza tensionales.
Dolor de oídos
La proximidad de la ATM al oído provoca molestias en esta zona, como presión o zumbidos, incluso en ausencia de una infección auditiva.
¿Qué hacer si me cruje la mandíbula? Tratamientos
El tratamiento para cuando te cruje la mandíbula depende de la causa subyacente y la gravedad de los síntomas.
En ocasiones, este ruido es temporal y desaparece por sí solo.
No obstante, si aparece junto con dolor, es esencial que consultes a un especialista, ya que podría ser necesario tratarlo.
Cambios en hábitos cotidianos
Evita masticar chicle, consumir alimentos duros o abrir la boca demasiado al bostezar para aliviar la presión en la ATM.
Añade también pausas y ejercicios de relajación muscular en tus actividades diarias para mejorar su funcionalidad y reducir molestias.
Fisioterapia mandibular
La fisioterapia ayuda a aliviar tensiones musculares y a mejorar la movilidad de la mandíbula mediante ejercicios específicos, masajes y técnicas de relajación.
Férulas de desprogramación
Cuando el crujido sucede porque la mandíbula está funcionando de forma incorrecta, es la férula de desprogramación mandibular la encargada de “desprogramarla” y de restablecer la funcionalidad mandibular.
Férulas de descarga
Las férulas de descarga son dispositivos personalizados que se colocan en los dientes para evitar el desgaste por bruxismo y reducir la presión en la ATM.
Su uso nocturno suele ser suficiente en la mayoría de los casos.
Ortodoncia y otros tratamientos dentales
Si el ruido mandibular está relacionado con una maloclusión dental, es decir, un mal alineamiento de los dientes que afecta la mordida, la ortodoncia y otros tratamientos dentales son la solución para restablecer la mordida y la correcta funcionalidad de la boca.
Medicación
En casos de dolor o inflamación severa, los especialistas pueden recetar analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares para aliviar los síntomas.
Técnicas de relajación
El estrés y la ansiedad están directamente relacionados con el bruxismo y la tensión mandibular.
Técnicas como la meditación, yoga o ejercicios de respiración profunda contribuyen a reducir la sobrecarga en la mandíbula.
Inyecciones
En casos más avanzados o cuando otros tratamientos no son efectivos, las inyecciones de ácido hialurónico, toxina botulínica (botox) o anestésicos locales alivian el dolor y mejoran la movilidad mandibular.
Cirugía
La cirugía se reserva para los casos más graves, como enfermedades articulares degenerativas avanzadas o lesiones traumáticas severas en la ATM.
Las intervenciones se centran en la reparación, reemplazo o realineación de las estructuras articulares.
Conclusión
Aunque parezca algo sin importancia, el crujido de la mandíbula puede reflejar problemas en la articulación temporomandibular, los músculos o incluso en los dientes.
Identificar la causa es clave para tratarla de manera adecuada y evitar que los síntomas empeoren, afectando tu día a día.
Si notas las primeras molestias, lo mejor es acudir al dentista cuanto antes. Detectar el problema a tiempo simplifica el tratamiento y ayuda a prevenir complicaciones más serias.
¿Te cruje la mandíbula?
En Clínicas Den estamos aquí para ayudarte.
Nuestro equipo de especialistas en ATM y salud bucodental analizará tu caso y diseñará el mejor plan de acción para aliviar tus molestias y recuperar la funcionalidad y el bienestar.
Así que, si te cruje la mandíbula, ven a visitarnos a nuestra clínica dental en Barcelona o ponte en contacto con nosotros.
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