Sentir dolor en la mandíbula al abrir la boca y masticar es más habitual de lo que imaginas.
Las causas de esta molestia pueden ser varias: desde una caries hasta un trastorno de la articulación temporomandibular.
En este artículo, te contaremos las razones más frecuentes que hay detrás de este dolor mandibular, y qué opciones de tratamiento existen para aliviar estas molestias y mejorar tu calidad de vida.
Tipos de dolor en la mandíbula
El dolor en la mandíbula puede presentarse de diversas maneras y por diferentes razones.
Desde molestias al abrir la boca hasta dolores constantes, cada tipo de dolor nos da pistas sobre la posible raíz del problema.
- Dolor al abrir y cerrar la boca: es una molestia intensa o punzante al abrir la boca, bostezar o masticar. Dificulta funciones vitales básicas como comer o hablar.
- Dolor localizado en un lado de la mandíbula: afecta principalmente un lado de la cara y puede irradiarse hacia el oído, sien o cuello. Suele estar relacionado con la articulación temporomandibular (ATM) o problemas dentales.
- Rigidez y dificultad de movimiento: la mandíbula se siente rígida o “bloqueada” en ciertas posiciones. Limita su movilidad e impide abrirla completamente. Es lo que se conoce como trismus dental.
- Dolor de mandíbula irradiado: la molestia se extiende desde la mandíbula a otras áreas de la cabeza o el cuello, especialmente hacia el oído. Provoca cefaleas o dolores en la nuca y en la cara.
- Chasquidos y ruidos articulares: ruido de chasquido o clic al abrir y cerrar la boca, asociado a menudo a un trastorno de la ATM. Puede resultar incómodo y doloroso.
- Dolor constante y punzante: molestia continua que persiste en la mandíbula, generalmente asociada a infecciones dentales, abscesos, o inflamación en los tejidos de la zona.
- Dolor muscular en la mandíbula: este trastorno suele sentirse en los músculos de la cara y es común en casos de bruxismo o estrés que lleva a apretar los dientes en exceso.
¿Cuáles son las causas del dolor en la mandíbula al abrir la boca y masticar?
Las causas más frecuentes suelen ser inflamaciones en la boca, los oídos o los senos paranasales. Además, los trastornos de la ATM son una causa frecuente del dolor en la mandíbula al abrir la boca y masticar.
Problemas en la articulación temporomandibular (ATM)
La ATM funciona como una bisagra que conecta la mandíbula con el cráneo y nos permite hablar, bostezar, masticar…
Tenemos dos articulaciones temporomandibulares, una en cada lado de la cara, justo delante de las orejas. Si colocas los dedos, y abres y cierras la boca, notarás su movimiento.
Dentro de esta bisagra están los cóndilos, unas protuberancias que encajan en la cavidad glenoidea del cráneo. Cuando estos cóndilos no encajan correctamente, se pierde el equilibrio oclusal y aparecen disfunciones.
Los trastornos de la ATM atienden a diferentes causas:
- Congénitas (como la aplasia, hipoplasia o hiperplasia), degenerativas (como la osteoartritis), inflamatorias (como la artritis reumatoide, capsulitis…).
- Bruxismo: es un hábito involuntario y perjudicial que consiste en rechinar, apretar o mover los dientes de un lado a otro sin ser consciente de ello.
- Desgaste o desplazamiento del disco de la ATM: la mandíbula y el hueso están conectados por un disco o cartílago, que amortigua los movimientos y evita que ambos contacten. Si este se desgasta o desplaza, el movimiento de la mandíbula se altera.
- Maloclusión: cuando las piezas dentales superiores no se alinean correctamente con las inferiores, la mordida se descompensa y desencadena problemas en la ATM.
- Ruidos articulares: se producen ruidos o chasquidos al mover la mandíbula, una afección conocida como síndrome de Costen.
- Masticar chicle en exceso.
- Lesiones o traumatismos por accidentes.
- Personas con estrés crónico o neurosis, que aprietan de forma inconsciente la mandíbula cuando están bajo tensión.
Patologías dentales o periodontales
Las infecciones o enfermedades que afectan a los dientes o encías, como caries avanzadas, abscesos o periodontitis, pueden irradiar dolor hacia la mandíbula.
En estos casos, el dolor puede ser constante o presentarse únicamente al masticar y, si no se trata, podría derivar en una infección más grave.
Estrés o tensión muscular
El estrés genera tensión en los músculos faciales y del cuello, lo que provoca que los músculos mandibulares se sobrecarguen.
Esta tensión acumulada deriva en dolor mandibular, sobre todo al abrir la boca, hablar o masticar, y podría incluso afectar a la articulación temporomandibular, como ya hemos visto.
Infecciones de oído o inflamación de los senos paranasales
Las infecciones en el oído medio, como la otitis, repercuten en la mandíbula debido a la proximidad de la articulación temporomandibular y el oído.
Esta situación es frecuente en niños, aunque también afecta a adultos, causando dolor en la mandíbula, en el oído y molestias al masticar.
En la sinusitis, el bloqueo de las vías respiratorias genera dolor y malestar que se extienden hasta la mandíbula debido a la cercanía con los senos paranasales.
Apretar y rechinar los dientes
El bruxismo, el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, ejerce una gran presión sobre la mandíbula y los músculos adyacentes.
Esto no solo provoca desgaste dental, sino que también desencadena dolores en la mandíbula al masticar o hablar.
Golpes o traumatismos
Los impactos directos en la mandíbula, ya sean por accidentes, caídas o deportes de contacto, pueden dañar la articulación, los músculos o los huesos de la mandíbula.
Estos traumas causan dolor al mover la boca, además de inflamación y sensibilidad en la zona afectada.
Dolor de mandíbula e infarto de miocardio
El dolor de mandíbula puede ser también un indicio de un ataque al corazón, junto a alguno de estos síntomas:
- Presión en el pecho.
- Palpitaciones.
- Mareos, debilidad e incluso desmayos.
- Dificultad para respirar.
Ante estos síntomas, es crucial que contactes de inmediato con los servicios de emergencia.
Tratamientos para el dolor en la mandíbula al abrir la boca y masticar
Desde simples analgésicos hasta tratamientos específicos, cada opción busca aliviar el dolor y mejorar la función de la mandíbula. Todo depende de la causa subyacente del dolor mandibular.
Analgesia y antiinflamatorios
Para los casos leves, los analgésicos o antiinflamatorios ayudan a reducir el dolor y la inflamación en la articulación o en los músculos de la mandíbula.
Ejercicios de relajación y fisioterapia
Los ejercicios de relajación y estiramiento alivian la tensión muscular en la mandíbula.
Además, la fisioterapia te ayuda a mejorar la postura, reducir el estrés y disminuir la presión sobre la articulación temporomandibular.
Uso de férulas de descarga o protectores bucales
Las férulas de descarga son una opción eficaz para los pacientes que sufren de bruxismo, ya que ayudan a proteger los dientes y reducir la presión sobre la mandíbula.
Rehabilitación mandibular
La maloclusión provoca desgaste en los dientes, patrones de masticación negativos y una carga excesiva en los músculos de la mandíbula.
Por tanto, el tratamiento se centrará en desprogramar ese patrón inadecuado y reeducar los músculos y articulaciones para lograr la mordida perfecta.
Para ello se emplea una férula de desprogramación mandibular, un dispositivo hecho a medida del paciente, cuyo objetivo es aliviar los trastornos temporomandibulares (TTM) y algunos casos de bruxismo.
La férula de desprogramación ayuda a reposicionar los cóndilos, restaurando el equilibrio y mejorando la función masticatoria.
Tratamientos dentales específicos
Cuando el dolor se debe a patologías dentales o periodontales, puede ser necesario un tratamiento bucodental específico, como, por ejemplo, endodoncias o exodoncias.
Si el trastorno proviene de una maloclusión dental, la ortodoncia se encargará de restaurar la funcionalidad de la boca y, en algunos casos, resolverá también problemas de rechinamiento dental.
Inyecciones de relajantes musculares
En casos más graves, algunas clínicas dentales utilizan inyecciones de relajantes musculares para reducir la tensión en los músculos de la mandíbula.
El botox es otra opción que alivia el dolor causado por la tensión muscular crónica.
Es esencial consultar a tu dentista ante los primeros signos de dolor en la mandíbula, ya que un diagnóstico temprano previene complicaciones y evita que el problema se convierta en algo crónico.
¿Cómo diagnosticamos en Clínicas Den este tipo de dolor?
En Clínicas Den utilizamos tecnología de última generación para facilitar el diagnóstico, diseño y ejecución de cada tratamiento.
En primer lugar, haremos una entrevista para entender tu situación. En esa misma sesión, analizamos tu boca tanto a nivel estético como funcional.
A partir de aquí, llevaremos a cabo las pruebas diagnósticas oportunas.
Para casos como los trastornos de la ATM, utilizamos la tecnología MODJAW, con la que registramos en tiempo real y en 4D el movimiento de la mandíbula.
Además, empleamos un escáner intraoral en 3D que crea una réplica digital de la boca del paciente. Estos modelos permiten a nuestros odontólogos realizar un diagnóstico preciso y definir el tratamiento más adecuado.
También contamos con el software CAD/CAM, que se ocupa del diseño y fabricación del material odontológico necesario, todo de forma exacta y sin incomodidades para el paciente.
Una vez iniciado el tratamiento, programamos visitas regulares de seguimiento y control para observar tu evolución.
Conclusión
El dolor en la mandíbula al abrir la boca y masticar puede tener diversas causas, desde problemas en la articulación temporomandibular hasta patologías dentales o tensiones musculares.
Detectar la causa exacta es clave para elegir el tratamiento más efectivo y prevenir complicaciones.
Si experimentas dolor persistente o dificultad para masticar, acude al dentista para un diagnóstico adecuado y evitar que el problema se vuelva crónico.
¿Tienes dolor en la mandíbula al abrir la boca y masticar?
Ponte en contacto con nosotros o ven a visitarnos a nuestra clínica dental de Barcelona para que estudiemos tu caso.
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