Dicen que los ojos son el espejo del alma. La sonrisa, sin duda, tiene mucho que decir en nuestra imagen personal, potenciándola o desfavoreciéndola.
Una sonrisa bonita es sinónimo de higiene, cuidado y saber estar. No hay nada como sentirse bien con uno mismo y aquello que mostramos.
Una sonrisa cuidada nos ayuda a mejorar nuestra autoestima, mejorando el total de nuestra imagen hacia nosotros mismos y los demás.
En la actualidad, ya no hay excusa para aplazar ese pequeño arreglo o ese blanqueamiento que tanto nos apetece.
Más allá de como nos vean las personas de nuestro alrededor, una sonrisa bonita influye en situaciones tan importantes como la búsqueda de trabajo o incluso de pareja.
Aunque suele ser más determinante para lograr trabajos relacionados con la atención al público o consumidor, la imagen de nuestros dientes forma parte de la primera impresión a los demás, tan importante en el transcurso de toda nuestra vida profesional y personal.
Las personas con una imagen bucodental mejorable suelen sonreír menos, pues acostumbra a ser un complejo para muchos.
Encontrar una clínica dental de confianza con el objetivo de mejorar el bienestar de los pacientes es clave para nuestro bienestar.
La acción de sonreír representa alegría, buen humor y positividad. Factores de lo más importantes para sentirse bien con uno mismo y contagiarlo a los demás.
Entre sus innumerables efectos positivos, sonreír nos libera del estrés.
Al sonreír, liberamos cortisol, la hormona que genera estrés, de manera que descargamos tensiones y pensamientos negativos.
Una sonrisa tambíen trae más felicidad, ya que los movimientos de la cara al sonreír activan la generación de endorfinas, las responsables de la sensación de bienestar.
Pero no olvidemos que el estado de nuestros dientes no solo tiene que ver con la imagen personal, también influye en nuestra salud.
Una persona con problemas bucodentales puede tener dificultades para ingerir ciertos alimentos o en la manera de ingerirlos, provocando un problema diario que afecta a su día a día.
Las carillas dentales son una de las técnicas de la odontología más eficientes en cuanto a mejorar la estética de los dientes.
Más allá de poder solucionar problemas de funcionalidad, es una técnica empleada con el fin de mejorar la estética de la dentadura.
Se trata de láminas que se colocan sobre la cara externa del diente para cubrir imperfecciones estéticas. Algunas de estas pueden ser roturas, cambios de coloración bruscos o malposiciones.
Las carillas dentales suelen tener una duración media de entre 10 o 15 años, siempre y cuando se mantenga una buena higiene y salud gingival.
En Clínica Den realizamos un diagnóstico exhaustivo y planificamos cada caso aunando estética y funcionalidad.
Siempre teniendo en cuenta la estética facial, la estética dental, la oclusión funcional, la salud articular y periodontal y una estabilidad a largo plazo de los resultados.
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